Pronósticos del Mirlo
Poesía (En papel)
Nº de páginas: 96
Encuadernación: Tapa blanda
Editoral: Letras Cubanas (Cuba)
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 959-10-1117-2
Año: 2006
Nº de páginas: 96
Encuadernación: Tapa blanda
Editoral: Letras Cubanas (Cuba)
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 959-10-1117-2
Año: 2006
SINOPSIS
En su libro Pronósticos del mirlo,
hay una conciencia plena de la palabra, un conocimiento en la estructura de la
lengua, una profunda meditación, una estancia maldita que despierta su
sabiduría de las cosas, y provoca su insomnio a la transmutación de los
conflictos internos. Hay una disciplina personal que nos llega a través de la
razón mística de la escritura. Su poesía está marcada sobre la realidad
llena de pasadizos humanos, que hubiese querido cambiar para darle un sentido
más lógico a la imperfección de los sucesos que solo el poeta puede percibir.
Este poemario es un acto de denuncia a
uno mismo. No es solo una manera de escribir, es más bien una forma de vivir. Y
aquí nos advierte con inmensidad en su búsqueda para eludir esa realidad
cambiante a través de la poesía erótica, que significa el tiempo preciso del
cuerpo desalmado y el dolor que lo devora, sin dejar de ser la verdadera pasión
de quién se entrega.
FRAGMENTOS
1
A los nueve años
un hombre dejó mi piel como la
hierba
evitando la ingenua cisura de
mi cuerpo
Dejó días incontables
acequias que pudiera olvidar
si no fuera la noche tanta y
muy oscura
con su rotundo peso destejido
Habitó una casa lánguida
sobre la cruda falsedad de
perderme
En mí crecieron estas largas
manos
un lugar donde mirarse
el rabioso borde de los
cuchillos
Hoy solo aplaudo
un ligero aprendizaje de la
nieve
18
Han derramado el vino sobre la
mesa
y la muerte huele a luz
a consolada ceniza
como blancas columnas en la
piedra aduermo
Se ha vertido igualmente todo
el arroz
las torpes migajas de pan
que hoy alimentan la fuente de
los ríos
Nadie pregunta por la cena
ni se arriesga a partir
cuando la casa duda del paisaje
y poco falta ya para romperse
los huesos
Han cerrado las altas ventanas
la voluntad de ejercer el
patrimonio del asco
el aceite de un candil que pasa
por mis venas
22
Dame una gardenia
que son ellas las
flores de los muertos
Qué blanda fue su risa
la manera de llegarse
hasta mi vientre
perfumando las raíces
de mi estómago
cual una espada que
se intuye en la tarde
Toda ciudad es el
fondo una flor marchita
una esperanza de
acudir
a la sed que los
portales envuelve
con finísimos poros
Dame una gardenia
que son ellas las
horas de los cuerpos
y yo estoy harta de
ver hombres hermosos
jugando
con los niños en la playa
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