viernes, 26 de febrero de 2016

Lecturas Indie (I): Sofía y el Ángel Caído

Un buen libro es preciosa sangre de vida de un espíritu magistral, embalsamado y atesorado con el propósito de dar vida más allá de la vida.
*      *        *
Denme la libertad para saber, pensar, creer y actuar libremente de acuerdo con la conciencia, sobre todas las demás libertades.



Un desafío al joven lector



Hay ciertas lecturas que nos arrastran hasta la última página del libro, sin tiempo para detenernos a pensar. Lecturas que se apropian de tu tiempo e interés, haciendo que una historia extraña se vuelva familiar, habitable. Páginas que nos devuelven la confianza en el hábito de leer, y en la manera afiebrada de hacerlo, como un adolescente que abre sus grandes ojos por primera vez al mundo de la literatura.

A esa clase de lecturas pertenece la novela Sofía y el Ángel Caído del autor gallego Ramón Somoza. Una fábula moderna pensada como defensa total del amor, como explicación de zonas de la vida y de los sentimientos que a veces se hace difícil entender, pero que estructurada a partir de la sinceridad de sus propios protagonistas nos resulta aceptable.

Muchas opiniones sobre esta novela pueden estar equivocadas al centrar su lectura en la diferencia de edad de los protagonistas y fundamentar, a partir de este elemento, un juicio de valor que en mi criterio va más allá de lo estrictamente literario. 

Los escollos que sobrevendrían, si somos de los que viven afiliados a una ética demasiado consecuente con preceptos, que la moral de cierto humanismo cristiano ha impuesto en el actual occidente, llegarían a resultar un desafío a la hora de entender toda épica que toma distancia delo normativo.

Sofía y el Ángel Caído es un romance moderno que ilustra nuestra experiencia como lectores desde una eticidad humanista y sin prejuicios, que expone la libertad de amar como fundamental principio de la vida. Una lectura ejemplar para espíritus inquietos y jóvenes, amantes de la felicidad.


Fragmento de: Sofía y el Ángel Caído


Sofía adoraba el Retiro. Venía todos los días, incluso en invierno, cuando la lluvia y el frío ahuyentaban a los muchos visitantes que sin embargo lo llenaban en primavera y en verano. Venía desde que era muy pequeñita, aquí había dado sus primeros pasos, y sus padres la habían paseado por el parque cuando aún no podía andar, cuando sólo era un bebé. Catorce años más tarde, Sofía seguía viniendo a diario. Pero últimamente no venía para disfrutar del parque, de su verdor, su rosaleda, sus monumentos o sus bellas estatuas. Venía para estar sola, para poder llorar.
  


FICHA EDITORIAL


Autor: Ramón Somoza
Formato: Versión Kindle
Longitud de impresión: 454
Editor: Editorial Dragón 
Edición: 2 (12 de enero de 2014)
Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
Idioma: Español
ASIN: BOODZKVRLS



Sinopsis:

Sofía tiene catorce años. Sólo catorce años. Y padece una terrible enfermedad, que hará que jamás llegue a cumplir los quince. Hasta que un día se encuentra con un extraño vejestorio, un millonario solitario y cascarrabias que le planteará una solución para salvar la vida: Deberá casarse con él hasta que cumpla los dieciocho, y a cambio pagará su tratamiento.. Para una chiquilla asustada, el matrimonio puede ser igual de temible que la muerte.

Sofía tendrá que decidir por sí misma el qué hacer ante el diabólico dilema que se le ha planteado. ¿Debe o no ceder a su chantaje? ¿Es el hombre que la quiere para él un ángel o un demonio? No siempre está clara la diferencia entre uno y otro, y su pretendiente tiene oscuras sombras en su vida. Pero si quiere sobrevivir tendrá que unir su destino con él...




MARGINALIA: Con esta reseña comienza una sección nueva en el blog, donde iré compartiendo impresiones sobre libros y autores llamados indies, emergentes, quienes han llegado al panorama literario para darle una vuelta de tuerca a las ideas y conceptos de autor que hemos tenido siempre. / Al margen del valor que entraña esta novela que comentamos hoy, es imprescindible destacar dos cualidades que hacen de Ramón Somoza una persona muy significativa en el ámbito literario actual: la primera es su declaración de principios en la que afirma que solo escribe para él mismo, si al lector le agrada lo que lee en sus libros entonces genial; y la segunda, y no menos admirable, es su pasión por promover el trabajo de sus compañeros y los espacios literarios alternativos en los que se asientan con total altruismo. / Dicho esto solo quiero agregar que me encantaría saber que os habéis entregado con pasión y sin prejuicios a esta obra tan significativa en su palmarés.  



miércoles, 17 de febrero de 2016

MUERTE DE LA POESÍA (I)




Tumba de Gustavo Adolfo Bécquer 


Siempre que se habla del fin de la poesía, de su muerte, no puede uno evitar que venga a la memoria la cuarta rima de Bécquer. Aún con el paso del tiempo, y a  pesar de sus raquíticos detractores, el texto del último romántico español sigue siendo proverbial para responder a hipótesis tan temeraria.

Hay quienes anuncian síntomas del agotamiento de la poesía, recurriendo a sus supuestas «ambigüedades, subjetivismos y misterios», todo cuanto para el poeta no es más que la cristalización del lenguaje, puro, transparente e inefable.

Estiman, algunas voces por otra parte, que no hay un público dispuesto a escuchar aquel hálito obscuro, complejo; mientras otros se atreven a calificar de fantoches, en el mejor de los casos, a los que subvierten el lenguaje, que la tradición entiende como poético (los modos de expresar su discurso), reprochándole quizás el haber alcanzado llegar a lectores y ventas nada despreciables. Se colocan en singulares extremos. Y no lo hacen por convicción, sino por conveniencia.

Como el agua calma la sed, la poesía puede salvarnos. Pienso en las vanguardias que veían en el arte (entiéndase la poesía) la religión del hombre moderno, aquello que sostendría su fe en sí mismo. Solo habría que buscar el modo de hacerlo, ya sea una manera coloquial, intimista, popular o aritmética.

Creo que los poetas, con su capacidad de resistencia, pueden, y deben, recuperar el carácter imperecedero de la poesía en función de su utilidad como alternativa ante lo inhumano; pero ese impulso, ese estado de sublimación, ha de llegar a las esencias y no vendrá anclado de laberintos o ciudadelas de vidrio.

Debe advertirse de una vez, de la mano de García Lorca, que la poesía es algo que está en la calle, y que aun exhibe, con Bécquer, su extensa libertad y vida.






RIMA IV



No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

 Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;

mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

 Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;

mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

 Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llora sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;

mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!

 Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;

mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!



martes, 16 de febrero de 2016

INTRO: Pronósticos del Mirlo


Hace unas semanas abrí esta bitácora en una emergencia. Impelido por la noticia de que José Rolando Rivero había ganado el Premio Nicolás Guillén, con su libro de poesía Bosques Fractales; quise celebrarlo y anunciar su dicha, que era la nuestra, desde un lugar que fuera mío y no de otro, un lugar donde los amigos y lectores pudieran asomarse y compartir «pronósticos», no solo de los días por venir, sino también de los recuerdos. 

Así arrancó, digamos que en fase de pruebas, este blog de Arlen Regueiro; donde compartiré cuanto pueda, o quiera, de la Poesía y la verdad de los libros, de la soledad y sus pronósticos, de la aventura que es nacer y vivir en este tiempo que nos ha tocado en suerte y desgracia; ambas cosas a la vez, pues como dice una amiga: en este mundo se sufre, pero se goza, y hay que vivir.

Instalados ya en el puerto, conectados a la red, vivos al menos por ahora, comienzo esta aventura como tiene que empezar... 

Enhorabuena lectores...





PRONÓSTICOS DEL MIRLO


Padre
recuerda que también has pronosticado el mirlo
has cosechado la ausencia
y yo no puedo más que elegir
acostumbrarme a ser la rosa de signo oscuro
o morir una extraña levedad de todo

Padre
puedes volver a las columnas
a los techos acendrados en la noche
por la fugaz penumbra de los adulterios

Padre
puedes partir seguro
jamás robaré tus cigarros
jamás beberé tu vino




MARGINALIA: En el otoño de 1987 mi padre regresó a casa. Debo reconocer que durante los siete años que estuvo separado de mi madre no me sentí frustrado por su ausencia, de alguna manera él siempre se mantuvo cerca y su imagen vital, como un referente determinante, sensitivo, a medida que aumentaba la distancia entre el suelo y mi cabeza. El regreso, en cambio, fue más traumático que su partida, de la cual ni me había dado cuenta. Por esos días nació este poema y por ello su título fue siempre una elección obligada para este blog: es mi poema más viejo (que se conserve) y el más publicado, también el que más seguidores tiene; uno de los pocos cuya (re)escritura abandoné pronto.

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